lunes, 15 de mayo de 2017

EL DEPORTE. LA PALESTRA.


AGÓN. EL DEPORTE.

Entrenamiento, superación, agón, son expresión del ideal de excelencia del varón griego. Carreras a pie, a caballo y en carro, saltos y lanzamientos, y distintas modalidades de lucha prueban el esfuerzo, el entrenamiento y el autocontrol del cuerpo y del espíritu del atleta. Palestras, estadios e hipódromos ovacionan la superación de los límites del ser humano. El deporte es la gran pasión de todos los varones griegos.

Las competiciones griegas tienen lugar durante las fiestas en honor a un dios, en su santuario. Los grandes festivales deportivos panhelénicos marcan el calendario religioso de todas las ciudades griegas. Celebran a Zeus en Olimpia y Nemes, a Apolo en Delfos y a Poseidón en Corinto, Y proclaman una tregua sagrada en los conflictos políticos. Logran unir así a toda Grecia.

 Ánfora de Heracles y el león de Nemea

La educación física era un aspecto muy importante de la educación del varón y comenzaba a muy temprana edad. El entrenamiento del cuerpo tenía como objetivo que los jóvenes consiguieran la destreza y forma física necesarias para que, como soldados, pudieran defender la ciudad en caso de guerra; al mismo tiempo se les preparaba para la competición atlética; y, por último, se pretendía que alcanzaran la "excelencia" física o belleza del cuerpo, tan importante como la "excelencia" moral o ética.

La preparación física tenía lugar en la palestra o gimnasio. Este edificio, de gran tamaño, tenía un patio central porticado, con porches de columnas, en el que se desarrollaban los ejercicios, y estaba rodeado de habitaciones donde los atletas se desnudaban, untaban el cuerpo de aceite, se lavaban o quitaban el polvo y se bañaban.
Conjunto de cerámicas griegas del MAN

La palestra era también el lugar de encuentro y reunión de los jóvenes. Allí charlaban con sus amigos y conocían a los personajes más famosos de la ciudad, e incluso se formaban grupos de discusión política o filosófica.

El entrenamiento comprendía lucha libre, carreras, saltos de longitud, lanzamiento de disco y jabalina, y boxeo. La destreza y preparación físi-ca alcanzada se demostraba especialmente en los juegos atléticos, que tenían lugar durante las celebraciones o festivales religiosos.
Los mas famosos juegos atléticos de la Antigüedad fueron los Juegos Olímpicos que, cada cuatro años, reunían a atletas de todas las ciudades griegas en el santuario de Zeus en Olimpia.
En Atenas se celebraban competiciones atléticas todos los años en honor de Atenea, la diosa patrona de la ciudad, por lo que se les llamaba Panatenaicos. La competición principal era el pentathlón consistente en cinco pruebas: lucha libre, salto de longitud, carrera, lanzamiento de disco y de jabalina. Los vencedores recibían como premio un ánfora llena de aceite y decorada con la imagen de la diosa, en una cara, y con la imagen de la prueba en la que había vencido, en la otra. 

Los atletas, antes de comenzar los ejercicios, se untaban el cuerpo con aceite para evitar las rozaduras o arañazos como estrategia para no ser apresado en la lucha. El aceite lo portaban en aríbalos, un frasco de cuello y boca estrechos par regular la salida del aceite. Tras el ejercicio, se limpiaban el cuerpo con la estrígile que portaban en un saco pequeño. Con este instrumento, se quitaban la suciedad; la mezcla de aceite, polvo, sudor y arena.
Hace referencia al mito del Vellocino de oro


Estrígile


Beatriz Muñoz Morán, 2º de Bachillerato de Humanidades, IES Alpajés.  Aranjuez


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